A por Vallecas
Ya estamos a puntito de caramelo. Llega la carrera que, como todos los años, no es un objetivo principal de la temporada, pero que supone la mayor acumulación de nervios de cuantas carreras componen el calendario.
Se juntan varias circunstancias. Por un lado, una semana completa de vacaciones en la que da tiempo a darle muchas vueltas a la cabeza. Por otro, el hecho de saber que vas a correr rodeado de un montón de gente que tiene una fijación parecida, y animados por una cantidad ingente de aficionados al atletismo, aunque sólo sea por esa noche.
Finalmente, se trata de un recorrido bueno para correr un montón en la primera parte, pero sabiendo que en esos momentos durísimos de todo 10k que se precie, vas a tener la gracia añadida de cascarte las subidas vallecanas.
Esta semana es un peligro. No solo por los saraos, que también, sino porque el descanso que supone poder dormir todos los días más de ocho horas (¡!), entrenar a mediodía, recuperarse con una siestecita estupenda... invita a entrenar como un animal. Y, claro, eso no puede ser, porque entonces hipotecamos la carrera sí o sí.
Así que después de los 400 del lunes había ocho militos el miércoles. La idea era no pasarme de ritmo, hacerlos al ritmo de carrera para no cascarme. Obviamente, eso es imposible, y al final vas más rápido. No obstante, el hecho de ir solo, de que fuesen ocho, de tener viento en la recta de meta, y de que no iba con la cabeza de sufrir a ritmos muy altos, fueron ingredientes suficientes para no tener sensación de ir sobrao. Una media de 3'26'', y me imagino que Chema y el Tete, que estaban por allí haciendo dosmiles, debían de descojonarse para sus adentros, jeje.
El jueves, por mor de los descansos de que hablo, estaba como una lechuga. Había un extensivo que decidí no hacer en plano para no "malacostumbrar" a las piernas. Así que me fui a la Dehesa, a hacer un circuito que consiste en un tramo de 1750 metros llanos, unos 750 de subida, 500 metros de llano, y 750 de bajada. Las sensaciones fueron buenas, de ir rapidillo pero conteniéndome en todo momento.
Y ayer, viernes, un rodaje de 12 km "virando a intensivo", que diría el míster. 7 km tranquilitos, cambio de zapas para probar el material para la Sansil, y otros 5 km en los que metí 3 centrales por debajo de 4 mpk, cómodo.
Ahora toca descansar y esperar...
Se juntan varias circunstancias. Por un lado, una semana completa de vacaciones en la que da tiempo a darle muchas vueltas a la cabeza. Por otro, el hecho de saber que vas a correr rodeado de un montón de gente que tiene una fijación parecida, y animados por una cantidad ingente de aficionados al atletismo, aunque sólo sea por esa noche.
Finalmente, se trata de un recorrido bueno para correr un montón en la primera parte, pero sabiendo que en esos momentos durísimos de todo 10k que se precie, vas a tener la gracia añadida de cascarte las subidas vallecanas.
Esta semana es un peligro. No solo por los saraos, que también, sino porque el descanso que supone poder dormir todos los días más de ocho horas (¡!), entrenar a mediodía, recuperarse con una siestecita estupenda... invita a entrenar como un animal. Y, claro, eso no puede ser, porque entonces hipotecamos la carrera sí o sí.
Así que después de los 400 del lunes había ocho militos el miércoles. La idea era no pasarme de ritmo, hacerlos al ritmo de carrera para no cascarme. Obviamente, eso es imposible, y al final vas más rápido. No obstante, el hecho de ir solo, de que fuesen ocho, de tener viento en la recta de meta, y de que no iba con la cabeza de sufrir a ritmos muy altos, fueron ingredientes suficientes para no tener sensación de ir sobrao. Una media de 3'26'', y me imagino que Chema y el Tete, que estaban por allí haciendo dosmiles, debían de descojonarse para sus adentros, jeje.
El jueves, por mor de los descansos de que hablo, estaba como una lechuga. Había un extensivo que decidí no hacer en plano para no "malacostumbrar" a las piernas. Así que me fui a la Dehesa, a hacer un circuito que consiste en un tramo de 1750 metros llanos, unos 750 de subida, 500 metros de llano, y 750 de bajada. Las sensaciones fueron buenas, de ir rapidillo pero conteniéndome en todo momento.
Y ayer, viernes, un rodaje de 12 km "virando a intensivo", que diría el míster. 7 km tranquilitos, cambio de zapas para probar el material para la Sansil, y otros 5 km en los que metí 3 centrales por debajo de 4 mpk, cómodo.
Ahora toca descansar y esperar...
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