22.5.11

Frío

Otra noche abres la cama.
Te tiendes, te arropas.
Dejas la luz de la lámpara de lectura y tomas un libro que hojeas, del que lees algunas líneas ya entre sueños.
Lo vuelves a dejar junto al reloj. Apagas el interruptor.
Te das la vuelta, extiendes un brazo.
Frío.

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