30.1.08

Haciendo hucha... y otros menesteres



El apunte atlético de hoy es más bien breve. Ayer ponía el programa 18 km de extensivo. Ya el lunes, al terminar los dosmiles, intuía lo que creo que va a ser una constante a lo largo de las próximas semanas: habrá que entrenar bien la calidad de los lunes y los miércoles, así como el intensivo. Pero los días de rodaje seguramente tendremos que tener mucho cuidado, porque de lo contrario el plan va a ser realmente cañero.
Así, la sensación que tenía ayer al rodar, era que convenía contenerse bastante para hacer hucha: acumular kilómetros a ritmo aeróbico para, por un lado, seguir poniendo ladrillos de base; por otro, para que las piernas encuentren recuperación. Así, hice casi 18 km a 4'25'' muy cómodo de arriba, pero con las piernas pesaditas. Hoy las sigo notando así, y seguro que los 500 me van a recordar ese cansancio muscular. De hecho, esto se notará aun más teniendo en cuenta que en las últimas semanas hemos hecho pocas cosas rápidas.

A ver cómo se da ese 15x500.

Y ahora, los otros menesteres: ya le he leído y escuchado varias veces a Vicente que "el corredor es una especie egoísta". No quería creerlo yo mucho, pero un ejemplo tras otro me viene convenciendo de lo contrario. Y las impresiones de otros colegas del correl (por ejemplo, Spanjaard), lo confirman: al fin y al cabo, el mundo de la carrera a pie es un subconjunto de la sociedad, y como tal tiene una muestra de lo mejor y lo peor de cada casa.

Por eso, el egoísmo está a la orden del día. Lo vemos en las salidas, con la gente que se sitúa sin miramiento donde no le corresponde y más estorba. O en esas carreras masificadas en las que grupos de amigos salen a trotar todos juntos en fila, sin que les puedas rebasar por activa ni por pasiva. O esos recortadores que más de una vez se te cruzan en la trazada y te obligan a frenar, rectificar, o saltar por encima de los bordillos.

Pero el caso más extendido es el del egoísta con beneficios tangibles, materiales. Todo esto viene a cuento, claro está, de la movida camisetil en la Media de Getafe. Es obvio que la organización modificó la manera de entregar la camiseta para facilitar el repartirlas por tallas. Pero se equivocaron en la manera de hacerlo, y al final el tiro salió por la culata. Una vez entregado el chip y recogida la opípara bolsa del corredor, pasábamos de mostrador y se nos daba la camiseta de la talla requerida, sin necesidad de presentar dorsal, chip ni ninguna otra acreditación. Esto se tradujo en que los pájaros más avezados vieron la oportunidad de llevarse dos o tres camisetas por barba, recogiendo una y otra vez las prendas ofrecidas. La cosnecuencia: por un lado, se atasca la entrega de camisetas; por otro, los últimos en llegar se quedan sin camisetas. Lamentable y pueril comportamiento de un buen puñado de egoístas. Qué triste.

Pero vamos, que no me pilla de sorpresa: en mi primera carrera, San Silvestre Vallecana Popular de 2003, al llegar a la meta y recoger los avituallamientos, veo con mayúscula sorpresa a grupos de gente robando, llevándose, parte de ese avituallamiento. Lo más alucinante es que lo que se llevaban eran enormes palés rebosantes de hermosas y valiosísimas botellas de agua mineral. Pa cagalse. Claro, habiendo visto eso en aquella primera toma de contacto con el mundo de las carreras populares, quedé curado de espanto. Manda huevos, que diría el otro.


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29.1.08

A la carga de nuevo

Pasó la semana de Getafe. Como dije, mi intención era tomármela como entrenamiento, y para eso no hay nada mejor que negociar un liebreo a un ritmo de rodaje (algo vivillo), de modo que no pueda entrar la tentación de apretar más allá de lo recomendable. Dicho y hecho, me planté en Getafe con las buenas sensaciones que me había dejado el entrenamiento sabatino tras el descanso del viernes.

Un día magnífico para correr, casi inverosímil para lo que son las condiciones habituales en esta carrera: viento, frío, termómetros en torno a los cero grados... vamos, que daban ganas de deshacer los acuerdos y ponerse a correr de verdad. Pero nada, al final me pongo en la línea de salida con Raúl y Luis, con el firme propósito de llevar a uno a su MMP, y al otro a un tiempo en el que al comienzo de la competición no confía. Pactamos un paso por el 10 en torno a 40:30, y nos ponemos al lío.

Tras una salida con mucha gente, cuesta encontrar el ritmo, de modo que los dos primeros miles son un pelín lentos (8:09), pero ya desde ahí marcamos con el metrónomo una sucesión de kilómetros muy regulares. Se ha formado un grupo grande, y todos parecen ir todo lo cómodo que se puede ir compitiendo en una media. Pasamos el 5 en 20:13, y seguimos con mucha regularidad en el entorno de los 4 mpk. Sólo el 10 sale un pelín más rápido, fruto del ligero descenso que sigue al suave ascenso por el que se transita a lo largo de la calle Madrid. Así las cosas, 40:18 en el k.10, relativamente ajustados a lo pretendido.

Ya desde aquí subo un pelín el ritmo, incluso en el kilómetro de subida no perdemos comba, y pasamos por el 15 con un parcial de 19:57. Aquí echo cuentas y veo que bajar de 1.26 está ya casi hecho, lo que cuadra con la expectativa inicial de Raúl y sobrepasa lo esperado por Luis. De hecho, 4:13 hasta el final sería 1.26, y 4:03, 1.25. Se lo digo al grupo, y se motivan, de modo que vamos aumentando el ritmo, sobrepasando a grupos de corredores, y moviéndonos ya casi siempre en el entorno de los 3:55. Nos quedamos Raúl y yo con Sont, y terminamos fuertes, con 19:24 en el último cincomil y 4 minutos exactos para los 1097 metros finales. Exultante, Raúl comprueba que ha rebajado con creces las expectativas y su MMP: 1.23:35.



Y nada, después de este día comenzamos con el plan de 10 semanas, mixto de jamón y queso: o sea, algo a medias entre el plan de 10k (para ese día D en Laredo) y la media que correré de camino a la competición objetivo. Es decir, volvemos a la carga en un doble sentido: vuelta a un plan con la vista puesta en una carrera concreta, y vuelta a grandes cargas de entrenamiento, que espero que me lleven finalmente a correr y quedarme satisfecho en esa magnífica carrera.

Ayer, Lunes, fue ese día de vuelta a la carga, y se hizo duro y largo. No iba mal de arriba, pero notaba plomo en las piernas porque, aunque el rodaje de la media me dejó contento (157 ppm cuando compito en media a 175), quieras que no son 21 km, que sumados a los del día anterior y el calentamiento me ponen en unas cifras respetables para dos días.

Así, el 5 x 2000 fue duro, pero como lo que quiero es acumular volumen, no pensé en quitarme series, sino en aflojar un pelo. Al final, a 7:12-7:14 y sin ir nada cómodo, como digo. Sobre todo de piernas (no pasé casi en ningún momento de 179 ppm, cuando en las series de mil lo normal es terminar el entrenamiento a 183-185 ppm).

Hoy me tomaré el extensivo con calma para poder afrontar mañana los 500, y consultar a Vicente cómo afrontar el resto de la semana, con el provincial de cross en el horizonte (domingo 3).


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26.1.08

Descanso


Y se obró el milagro. Como dije, mi intención era tomarme el viernes de descanso con el objeto de refrescar las piernas y, por ende, la mente, que siempre se pone a dar vueltas sin parar cuando físicamente no respondemos de manera adecuada.

Total, que me pegué un señor paseo desde mi casa (Barrio del Pilar) hasta Jacinto Benvente, leyendo y disfrutando de El viento de la Luna, de Muñoz Molina. Ya en el centro, a practicar un poquito de francés viendo una película muy interesante, Persépolis, donde se da una visión crítica de la historia reciente iraní, y donde también tenemos una visión un tanto original de las dificultades de integración e incompatibilidades entre occidente y oriente.

Luego, cama. Yo, que entre semana duermo más bien poco, me he cascado 10 horitas de sueño, y las piernas se han levantado dando palmas de alegría. Así las cosas, 30 minutos de gimnasio, y después he quedado con Sergio y Esther en la Dehesa para trotar un poco y acompañar a Sergio en alguno de sus cuatro cambios de 10' a ritmo moderado. Muy cómodo y disfrutando de una mañana espléndida, sin forzar para que la bajada de pistón sea realmente efectiva.

Y es que eso de descansar es cojonudo, por lo que se ve, jeje.


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25.1.08

Un pasito atrás...

... y a coger carrerilla.

Como sabéis, la semana pasada se cerró con un buen porrón de kilómetros acumulados a lo largo de siete días sin mucho descanso. Pues lógicamente, esto se ha hecho notar. Mi idea para el lunes era desde un principio hacer los 500 sin mucha intensidad, si bien incluso me planteaba la posibilidad de hacer un sexto bloque si había quórum.

Pero nada más lejos de la realidad. Por una vez, el trabajo se interpuso, obligándome a salir a las 9, llevando ya desde las 6 de la mañana en pie. Lo más razonable: no entrenar y descansar. Así, el martes me planto en la Casa de Campo con la idea de rodar y hacer un poquito de gimnasio. Pues bien: a pesar del descanso del día anterior, me noto pesado, poco suelto, poco redondo. Completo algo más de 16 km sin excesivas buenas sensaciones y, consecuentemente, malos augurios para los milquis del miércoles. No me salté el gimnasio, que es algo que de momento no quiero dejar de lado pues aunque noto a veces las piernas bien cargadas, no parece haber asomos de lesión por el momento.

El miércoles fue el reencuentro en el CAR de Vicálvaro, y esta vez tocó hacer las series sin formar un trenecito: Paco, Mora, Vicente y Dani se adelantaron; Raúl haría los 1500 a ritmo tranquilo porque el domingo corre en Getafe; y Mario y yo nos pusimos en comandita al lío, con Alberto a escasos metros. Como me notaba cansado, pensé en reducir un poco el ritmo para mantener la cantidad, y así fuimos de continuo. De hecho, no se hicieron muy pesados, pero aunque no me notaba forzando a tope la máquina, tampoco iba redondo. Fuimos marcando vueltas a un ritmo muy regular de 1:26, para hacer casi todos los milquis en 5:20, décima arriba décima abajo.

Ayer de nuevo rodaje, pero sin el intensivo: el míster nos recomienda a los que empezamos con el plan el lunes que nos tomemos con tranquilidad el final de la semana; así que ruedo unos 15 km por el terreno de cuestas de la Dehesa, con el doble objetivo de hacerlo divertido y contribuir a fortalecer, que tampoco viene mal. Algo mejor de sensaciones, pero aún con cansancio.

Así que teniendo en cuenta las recomendaciones, hoy he decidido que me tomo el día libre. Creo que me vendrá bien para empezar más fresco con estas diez próximas semanas de cañita, con Laredo en el horizonte. De momento, mañana haré algo tranqui y el domingo rodaré la media de Getafe con Raúl y Luis. Ya el lunes próximo empezamos con la fiesta, incluyendo que al final de la semana tenemos el provincial de Cross en San Sebastián de los Reyes. Consultaré con el míster los ajustes, pero quizá sea buena idea tomar justamente ese cross como el intensivo programado para el jueves. A ver qué me cuenta...


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21.1.08

Semana de pasión

Pues como viene siendo habitual, me toca actualizar el blog tras mucho tiempo alejado del mundanal ruido de las bitácoras ciberespácicas. La semana pasada he estado en Toulouse, justo en el ecuador del curso que me tiene viajando por Europa todos los meses.

Podemos denominar esta semana como "de pasión" por varias razones: por un lado, los contenidos del curso han sido verdaderamente apasionantes, muy interesantes. Ha sido un lujo contar con el cerebro ruso del profesor Tolyarenko, mezcla de conocimientos, humor, anécdotas... En el plano atlético (el del correl, el otro no, que les hemos vuelto a dar pal pelo, jeje) ha sido de nuevo una semana de cierto sufrimiento. Ya he dicho muchas veces que no me importa entrenar por las mañanas, y que lo prefiero a tener que salir, un suponer, a las 10 de la noche. Pero joder, lo de las 6 y pico se hace cuesta arriba.

Así las cosas, ha sido cuestión de ponerse el mono de trabajo y arrearle duro. En resumen:

- Domingo, la carrera del Paris. Por la mañana en el parque, y luego me fui a eso de las 2 a casa para poder encajar 14 km justo antes de salir para Barajas. Como tenía prisa, salieron más rápido de lo previsto.

- Lunes: el primer día de la semana el curso comienza algo más tarde, por lo que hay margen para pillar un poquito de luz en el entrenamiento. Así las cosas, hice un 16 x 500 en fartlek, recuperando un minutillo rodando suave y apretando en los cambios. Pero entre el terreno, el descanso activo y las horas, no fueron muy rápidos.

- Martes, 15 km. 9 de ellos acompañado por un compañero del curso buen conocedor de Toulouse, a ritmo muy suave. Luego 6 km más a un ritmo de extensivo rapidillo.

- Miércoles, me voy al canal de Brienne a hacer justo el largo, que son 1500 metros. Lo malo es que ha llovido bastante y hay barro, charcos... llegué al hotel con barro hasta en las cejas, tras el 5 x 1500. Los tiempos no fueron muy rápidos (tampoco quería forzar la máquina en exceso, por consejo del míster, y porque además la razón se impone y no se puede hacer un entrenamiento salvaje a esas horas), pero no quedé con malas sensaciones.

- Jueves, intensivo de 10 km. Al final lo que hice fue rodar un par de kilómetros, meter otros 10 sub-4', y soltar otro poquito. Se hizo durillo porque al cuerpo le cuesta carburar, pero cumplimos.

- Viernes, regenerativo al canto (algo más de 13 km), tranquilo y sin ninguna incidencia que comentar.

- Sábado: esto sí fue complicado: el viernes nos acostamos a las 3 preparando una presentación que teníamos que hacer el sábado a las 8 y media. Así que me levanté a las 6:30 sabiendo que no podría hacer los 16 km de extensivo/intensivo. Fueron al final algo más de 13 km a ritmo rapidillo (4'07''), pero sin forzar más de lo necesario, sólo hasta que el cuerpo decía ir algo incómodo. Por la tarde hubo siestorra, y jarana nocturna.

- Domingo: aunque nos acostamos tarde, no madrugué, lo que unido a la siesta del día anterior me hizo amanecer fresco. Y claro, así se puede rodar. Dos kilómetros a 4'20'' más o menos, y desde ahí al final siempre en torno a 4 mpk. Mucho más cómodo que, por ejemplo, el sábado. Lo que decidí fue que ya que había descansado bien, iba a meter más ritmo en el rodaje para compensar lo del sábado. Así que al final aunque no fui a todo trapo, las piernas se han resentido. Imagino que hoy, por lo tanto, voy a ir a medio gas en los 500s. Igual, si Vicente hace 5 bloques, bajo el ritmo en todos y me junto a él para seguir acumulando pensando en la media.


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10.1.08

Adiós a las vacaciones, vuelta al cole

Vuelvo por estos pagos. Es curioso lo que ocurre algunas veces: decía Sergio un día en su blog que, por extraño que parezca, a veces resulta más complicado actualizar, estar pendiente, y escribir en la bitácora, cuando disfrutamos de las vacaciones. Imagino que tendrá algo que ver con ese estado un tanto gaseoso, volátil, que nos acompaña en esos días, y que invita a diluirse y dejar de lado la rutina habitual.

Así sucede en cierto modo con todo; en vacaciones perreo mucho más, me pego sobadas que ni me imagino en otros momentos (ni aun siendo fin de semana) y termino por aprovechar menos el tiempo. Todo esto venía agravado, por así decir, por otra circunstancia. Bien es sabido que los entrenamientos son una manera ideal para meternos un pelín de disciplina en el día a día. Ese seguir el plan que te invita a cuidar un poco cuándo y cómo descansas, qué comes y a qué horas, cómo te organizas el día... pues tras la Sansil el míster nos concedió también unas vacaciones atléticas, y al pasar de plan durante una semanita completa, la sensación de abandono absoluto de la rutina se alimenta.

Pero bueno, vamos al lío, que diría mismamente Vicente, y vamos a contar lo que han sido estos días pasados. Como digo, la primera semana no había receta, así que decidí no hacer nada de calidad y rodar según apeteciera.

El Martes 1 no renuncié a una costumbre ya habitual, consistente en rodar el día siguiente a la Sansil para poder inaugurar el año con buen pie. Fue una cosa cortita, de 11 km, encontrándome con bastante gente por la Dehesa. Buenas sensaciones de cardio, pero con las piernas cascaditas.

El Miércoles 2 volví a salir, pero aquí la cosa fue distinta. Por ir por sitios variados y diferentes me comí una buena ración de cuestas, encima a buen ritmito, y acabé con las piernas pesaditas y peores sensaciones que el día anterior. La decisión fue que tras esos 13 km tocaba descansar al día siguiente: el Jueves 3 me fui a la piscina, a hacer una horita que viene de lujo porque, aunque me resulta aburrida, el agua masajea y tonifica las piernas.

El Viernes 4 hice con Raúl y Fernando lo que venimos a llamar un rodaje social en la CdC: rodajito de charleta, contándonos las vacaciones y las carreras, sin forzar nada. 14 km muy tranquilitos.

El Sábado 5 decidimos que Raúl y Fernando iban a hacer algo de calidad, y que yo les acompañaría, lo que supondría dar algo de vidilla a las piernas pero sin forzar nada. Así, nos subimos al Bosque y pergeñamos un entrenamiento que terminó por ser un remedo de lo que iba a tocar el miércoles siguiente: 5 x 1500 rec:2'. Los hicimos desde el carril bici central, acabando en el 0 del Bosque, con lo que tienes 750 metros de ligera subida, y otros tantos de ligera bajada. Los tiempos, para que veáis que fuimos suaves: 5:52 - 6:09 - 6:06 - 5:44 - 5:14.

El Domingo 6, día de Reyes, aproveché a hacer algo corto: salieron algo menos de 10 km a ritmo de extensivo/intensivo, máomeno.

El Lunes 7, quedada en la CdC con Ángel y el Prisillas para hacer una Tapia a ritmo entre extensivo y regenerativo. Fue esto porque no me conseguí descargar los planes y no sabía nada de los 500 previstos. Pero vamos, disfruté un montón del trote con dos buenos amigos del correl.

Y aquí acabaron las vacaciones. Vuelta al curro, a los planes de entrenamiento, a hacer los deberes del cole. Tenía yo un miedo tremendo, pues el año pasado me pasé de vueltas tras la Sansil, y la primera semana de curro, entre eso y la falta de sueño, fui arrastradísimo. Por ejemplo, fui a Vallehermoso a hacer miles, y tras tres miles a 3:29 y uno a 3:34 tuve que parar porque no podía más.

Afortunadamente esta vez no ha sido así, y parece que estamos pasando esta semana de la vuelta al cole sin demasiados contratiempos. El Martes 8 tocó un extensivo que se dio bien. Y ayer volvimos a reencontrarnos la tropa del CAR Vicalvareño. Unos milquis que esperaba hacer en torno a 5:15, y que salieron un poquito mejor. Siempre en la estela de Mario y Dani, y precediendo a Raúl, que afinando para el Paris decidió hacer un 4 x 1000 saliendo siempre con nosotros: o sea, con 3'45'' o así de recuperación. Los tiempos no salieron mal: 5:10-5:10-5:10-5:11-5:12 (un poco petao, jeje). Lo más curioso es que todos fueron de menos a más, pasando el mil en torno a 3:29 y haciendo el último 500 en aproximadamente 1:41.

Y hoy tocaba el intensivo de 10 km. No lo veía yo muy claro, como cada día que toca intensivo tras la calidad. Así que la decisión que he tomado ha sido cogerme un circuito duro, de cuestas en la Dehesa, para no ser muy esclavo del crono. A ritmo y p'alante. Pues no ha salido mal: 10 km justos a 3'51'' que, en el perfil de que hablamos, considero que no está nada mal.

Nada, ya nos hemos puesto al día. Ahora ya no me puede decir nada Luis, jejeje.


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2.1.08

Una San Silvestre más

Leyendo el título puede parecer que esta carrera se ha convertido en algo rutinario y sin mucho aliciente para mi. Pero nada más lejos de la realidad. En esta temporada en la que sé que la carrera llegaba algo pronto para mi preparación, especialmente si me comparo con el año pasado, tampoco renunciaba a darlo todo y hacer lo posible por completar una carrera tan digna como pudiese.


Antes de acudir al Bernabéu nos juntamos toda la tropa del CAR vicalvareño en Pacífico para ver pasar la cabeza de la Popular, y así soltar un poquillo los nervios. Se unió Pedro desde Galicia, y en el mismo km. 7 nos encontramos con David:

En el Metro, charleta distendida que con el paso de los minutos se va tensando, fruto de la proximidad de la competición. Al llegar al Bernabéu nos fuimos pronto al ropero, donde la verdad es que nos demoramos un montón porque la cosa no estaba demasiado bien organizada. No parece lo mejor empezar a ponerse nervioso ya de antemano temiendo un calentamiento demasiado corto, pero al final sí contamos con algo más de 20 minutos para poner el cuerpo a tono.

A falta de 2 minutos para el pistoletazo me coloqué en la salida, y conseguí que ésta fuese un poco más limpia que el año pasado, donde me llevé un pisotón que a punto estuvo de sacarme la zapatilla.
Subimos la cuesta de Concha Espina a ritmito, y ya en Serrano vamos congiendo el ritmo de crucero a medida que la calle pica cada vez menos hacia arriba y se pone plana. Ya desde este momento estoy cerca de Vicente y BornToRun.

Pasamos el k. 1 en 3:29 y me pongo un poco nervioso porque por alguna razón estaba convencido de que el año anterior lo había hecho en 3:22. Sin embargo, no había sido así: entonces fue 3:28, la diferencia no era grande.
En el camino al 2 nos lanzamos por Serrano y contacto con Dani. Desde aquí hasta el 6 la tónica fue ir con Vicente y Dani, a veces iba uno en cabeza, a veces otro, pero más o menos juntitos. Pasan los miles: 3:14 (2), 3:20 (3), 3:21 (4), y veo que aunque los dos primeros han sido algo lentos en comparación con el año pasado, el tercero y el cuarto han sido muy buenos.

En el paseo del Prado se me van BornToRun y Ángel, a los que veo fortísimos y sé que van a bajar holgados de 35'. Mario se va perdiendo en la lejanía, Dani parece quedarse por un falto inoportuno, y Vicente sigue a mi vera. Quinto kilómetro en 3:22 y ecuador de la carrera en 16:46, exactamente el mismo paso que en 2006.

Aquí tomo las siguientes decisiones: mi idea es asegurar el sub-35', y sabiendo que en Aranjuez el mazo me vino en el km. 7 estimo que lo mejor es no hacer el loco, porque un hundimiento subiendo hacia el campo del Rayo puede suponer un horror. Pero antes hay que pasar por el km. 6 en Atocha. Son momentos difíciles: el km. 5 y el 6 siempre se me hacen largos, pues la pendiente ya no es excesiva y queremos mantener un ritmo muy alto. Hay que luchar contra el coco, y aprieto los dientes para que ese tramo en Atocha con ligera tendencia a la subida no se haga lento. Creo que es aquí donde Vicente se descuelga un poco, y consigo que el km. 6 salga en 3:28, lo que doy por bueno.

Bajada por el pasillo, emocionante e increíble, de la Avenida Ciudad de Barcelona. Como digo, no hago el loco, mantengo el ritmo para pasar el 7 en 3:25, mientras un chorro de ánimos, gritos, aplausos, nos lleva hacia el Puente. El grupito delante de mi se escapa ligeramente, y aunque por un momento trato de engancharme, decido mantener mi decisión de no cebarme e ir a ritmo.

El 8 hace notar los llanos y primeros repechos del Puente, y se va a 3:33. Vamos a por las cuestas. Y aquí creo que cometo un error: decido regular demasiado, para no morir en la subida. Me empieza a pasar gente, y un corredor de Arganda me anima a engancharme. Al principio desestimo la invitación, pero al final empiezo a subir el ritmo, le cazo, la paso, Nurmi se pone a mi lado, también le dejo atrás, y paso por el 9 con demasiada frescura, me temo, sin la sensación de ir roto de otros años. Cuando veo que hacemos un poquito más de recorrido que lo anunciado por la organización me mosqueo, y creo que ya no bajo de 35'. Sigo a ritmo, subo por Arroyo del Olivar sin morir demasiado, y al entrar en el estadio me dejo bañar por los ánimos y vítores de miles de aficionados. Me pasa y se va Nurmi, y cuando paso por contrameta calculo 150 metros hasta la meta, miro el crono y veo que sí hay sub-35' si me lo curro. Así es: aprieto y cruzo el arco en 34:59 por el reloj de meta. Me paro exhausto, muy tocado por el esfuerzo, y detengo el crono. Veo que debí de cruzar en 34:57 por mi Polar.

Reflexiones:


Creo que podría haber apretado algo más subiendo, pues la cuesta se hizo larga pero no eterna; iba machacado pero las piernas no me quemaban. Pero claro, esto es muy fácil de decir sentado delante del ordenador, otra cosa es hacerlo en carrera. Si pienso en la sensación de mareo al cruzar la meta no estoy tan seguro de haber reservado.

Por otro lado, no mejoro lo del año pasado, pero por una vez hago mejor tiempo que en Aranjuez, lo que puede querer decir que estamos en el buen camino, pillando progresivamente la forma.

Otra reflexión, que es una realidad: ESTA CARRERA ES LA LECHE. Qué manera de disfrutar entre aplausos y gritos. Gracias, Vallecas.

Finalmente: el resto de la semana será suave. Ayer y hoy he salido a rodar un poquito y llevo el pulso alto, y las piernas aún tocadas. Igual mañana me voy a la piscina para aprovechar el efecto masaje del agua.

Dejo otra fotito de los exteriores del estadio tras la llegada:



Para terminar del todo, aquí están las clasificaciones de la San Silvestre Internacional

Y el calendario para las próximas semanas: