Cambios
Entramos en una fase de cambios.
En breve daré por cerrada la temporada con el mil-pachanga de Vallehermoso, con lo que tocará tomarnos unas vacaciones. No osaré decir que sean merecidas, como es la moda habitualmente (fulanito se va a tomar unas merecidas vacaciones), pero sí puedo decir que son, al menos, deseadas. Aunque reconozco que el año pasado a estas alturas no habría hecho ni 500 metros a menos de 4, y este mes me está apeteciendo darme un poquito de caña en la pista.
Pero vamos, que apetece cambiar, y es lo que haré desde este mismo sábado.
Y otro cambio, más importante, es el que se avecina para la próxima temporada. Doy por concluido el ciclo en el Artyneon, donde he conocido a gente maravillosa, donde me he enamorado de esta cosilla del correr, y sobre todo, donde he coincidido con una persona excelente donde las haya: Fernando. Gracias por todo, nos seguiremos viendo y te iré contando cómo me va.
Se abren nuevos caminos, en este caso la nueva senda se traza a partir de una puerta de color azul, de color Paris. Estoy ilusionadísimo con la nueva andadura (o corredura), y desde luego que sé que me comerá la impaciencia por ponerme a darle un poquito de caña a las patas en cuanto que llegue el mes de Septiembre. Allá vamos, con ganas de disfrutar, correr, entrenar, competir...
De momento, hoy ha sido el último entrenamiento de calidad en la pista:
1) 800 a base de 400 suaves (1'17"), cambiando en los siguientes 400 (1'10")
2) Pirámide: 200 (31.9") - 300 (49.8") - 400 (68.2") - 300 (49.6") - 200 (32.2")
He notado mucho el primer 200, que me ha cocido las piernas de mala manera. Pero vaya, se ha peleado y al final creo que no ha salido mal. Sobre todo comparado con los tiempos de hace una semana:
600 (1:47.9) - 500 (1:28.1) - 400 (69.1") - 300 (50.7") - 200 (32.6")
En breve daré por cerrada la temporada con el mil-pachanga de Vallehermoso, con lo que tocará tomarnos unas vacaciones. No osaré decir que sean merecidas, como es la moda habitualmente (fulanito se va a tomar unas merecidas vacaciones), pero sí puedo decir que son, al menos, deseadas. Aunque reconozco que el año pasado a estas alturas no habría hecho ni 500 metros a menos de 4, y este mes me está apeteciendo darme un poquito de caña en la pista.
Pero vamos, que apetece cambiar, y es lo que haré desde este mismo sábado.
Y otro cambio, más importante, es el que se avecina para la próxima temporada. Doy por concluido el ciclo en el Artyneon, donde he conocido a gente maravillosa, donde me he enamorado de esta cosilla del correr, y sobre todo, donde he coincidido con una persona excelente donde las haya: Fernando. Gracias por todo, nos seguiremos viendo y te iré contando cómo me va.
Se abren nuevos caminos, en este caso la nueva senda se traza a partir de una puerta de color azul, de color Paris. Estoy ilusionadísimo con la nueva andadura (o corredura), y desde luego que sé que me comerá la impaciencia por ponerme a darle un poquito de caña a las patas en cuanto que llegue el mes de Septiembre. Allá vamos, con ganas de disfrutar, correr, entrenar, competir...
De momento, hoy ha sido el último entrenamiento de calidad en la pista:
1) 800 a base de 400 suaves (1'17"), cambiando en los siguientes 400 (1'10")
2) Pirámide: 200 (31.9") - 300 (49.8") - 400 (68.2") - 300 (49.6") - 200 (32.2")
He notado mucho el primer 200, que me ha cocido las piernas de mala manera. Pero vaya, se ha peleado y al final creo que no ha salido mal. Sobre todo comparado con los tiempos de hace una semana:
600 (1:47.9) - 500 (1:28.1) - 400 (69.1") - 300 (50.7") - 200 (32.6")
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