13.2.08

El milagro cotidiano


Ayer me pasé todo el día con la mosca detrás de la oreja. Desde bien temprano tenía una sensación de cansancio notable, unido a un medio cosquilleo, medio irritación, en la garganta, que no hacían presagiar nada bueno. Uno de esos días en los que cada vez que te levantas de tu sitio en el ordenador, parece imposible que por la tarde vayas a poder hacer nada que no sea tumbarte en el sillón nada más llegar a casa. Y a fe que estuve tentado de hacerlo, tomándome un día de descanso.

No obstante, sé que cuando se sale a rodar muy suave, siempre y cuando no haya fiebre, ese ejercicio puede contribuir a mejorar el estado general. No tengo una explicación muy científica al respecto, pero creo que es algo así como que la temperatura corporal aumenta ligeramente, y esto hace que se contribuya a activar la lucha contra agentes externos en el cuerpo. Sea como sea, que me hago la picha un lío, me calcé las zapatillas y, eso sí, me protegí con manga larga y una braga al cuello. A lo largo del rodaje me resultaría excesivo, pero ayer prefería pasar calor a arriesgarme innecesariamente.

Así que me eché a la calle con el único objetivo de rodar hasta donde me sintiese cómodo. Bueno, lo de cómodo es un decir, porque a estas alturas la frescura de piernas es un recuerdo lejano, muy lejano, y el principio del entrenamiento es una lucha contra esa sensación de incomodidad que las acompaña. Pero poco a poco fui entrando en materia, y con un pulso muy bajito fui haciendo un extensivo suave de acumular kilómetros. Una vuelta a la Dehesa, otra hasta el faro de Moncloa y vuelta, y otra por la Dehesa porque entonces, ya sí, me encontraba realmente a gusto. Total, unos 18 km.

Y como servidor es muy maniático de las cosas del correl monitorizado, estuve mirando la evolución del extensivo de los martes a lo largo de estas semanas. Como ya dije otro día, ahora me estoy tomando estos extensivos con bastante calma para poder recuperarme del lunes al miércoles, porque el volumen general está siendo bastante elevado. Pues bien, que me enrollo:

29/01: 18 km a 4'26'' y 147 ppm
05/02: 18 km a 4'23'' y 147 ppm
12/02: 18 km a 4'21'' y 145 ppm

Tengo la sensación de estar pillando ya la forma, lo que se suele traducir, al menos por la experiencia que he tenido, en una bajada de los ritmos cardíacos, si bien se pasa un tiempo con cansancio general, y en particular al correr a ritmos vivos o altos, hasta que el descanso lleva consigo la compensación necesaria. A ver si es verdad y la cosa va bien.

Entretanto, sigo acojonadete, porque la garganta y el pecho no dejan de notarse raritos...


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4 comentarios:

Landes dijo...

Muy muy interesante el ultimo párrafo sobre cansancio, forma y compensación, gracias.

sermor dijo...

Na, para soltar 18kms...la madre..


Manga larga ¿calor???

Ishtar dijo...

Uffff, espero que todo se quede en un sustillo y no vaya a más, que las gripes de este año están siendo muy muy puñeteras :-(.

Y eso de contar lo de "he rodado 18km" como el que dice "salí a trotar 40 minutillos" asusta... ten un poco de consideración, podiosss ;-)

Besitos!

Miguel dijo...

Luis, espero que además de ser interesante sea verdad y pueda afinar un poquito la forma de aquí al domingo de la semana que viene. El caso es que los pulsos van bajando, pero de momento a ritmos altos me noto pesao.

Sergio, nada, ya sabes que todo es del color del cristal con que se mira. Cuando yo leo vuestras cositas en la bici, me pregunto cómo c*****s te puedes plantar en el curro el lunes por la mañana.

Esther, parece ser que ha sido sólo un sustillo. No me ha provocado fiebre ni nada por el estilo, pero es verdad que llevo el resto de la semana con el pecho agarrao, y cuando voy a ritmos altos me impide respirar como es debido.